martes, 3 de noviembre de 2009

El derecho a una placentera exploración sin culpa

Por: Carla González C.

Entrar en contacto con nuestro cuerpo – de manera sexual – es un acto que en el pasado reciente era considerado sucio, antinatural e incluso un pecado. Si bien el paso del tiempo ha logrado cierta apertura frente al tema, aún es considerado un tabú por algunas personas, principalmente entre las mujeres, donde todavía existe la vergüenza de contar acerca de esta experiencia.




Como “la primera actividad sexual que tenemos los seres humanos antes de iniciar la vida adulta”. Así puede ser denominada la masturbación, acto que contempla la autoestimulación de nuestro cuerpo a través de tocar y acariciar los propios genitales, produciendo placer e incluso, el orgasmo.

La masturbación tiene como principal objetivo activar las sensaciones placenteras corporales que se encuentran inherentes en el ser humano y que incluso han podido ser pesquisadas a través de observaciones intrauterinas, donde fetos de aproximadamente 32 semanas ya muestran este comportamiento de autoestimulación. AMPLIACIÓN
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Noticias sobre el tema:

Unas 250 personas participan en una masturbación colectiva para recaudar fondos

Londres.- Unas 250 personas tomaron parte hoy en Londres en una masturbación colectiva con el fin de recaudar fondos para grupos dedicados a la educación sexual.

El evento, organizado con la ayuda de la agencia de salud sexual Marie Stopes International, tuvo lugar en un estudio fotográfico del barrio de Clerkenwell, en el centro de la capital británica.
El organizador, Tony Kerridge, expresó hoy su alivio porque no hubo protestas.
En el interior del estudio había habitaciones individuales para los participantes del evento, que lleva el título de "wank-a-thon" y está inspirado en otro similar que se hace cada cinco años en San Francisco (EEUU) denominado "masturbate-a-thon".
La compañía de producción independiente "Zig Zag" ha sido la encargada de filmar hoy a las 250 personas para un documental que emitirá a finales de año el Canal 4 de la televisión británica.

Uno de los participantes, Neil Crawforth, de 28 años, dijo que dejó a su mujer en Cambridge (sureste de Inglaterra) para venir a Londres y hacer algo con fines benéficos.
"No soy un buen nadador y no puedo correr bien, pero esto es algo que puedo hacer por beneficencia", dijo Crawforth. 

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